¿Cómo se
desarrolla el pensamiento creativo en los estudiantes universitarios?
Para tratar de darle sentido y lógica a la
interrogante planteada quisiera compartir un pequeño fragmento extraído de
internet y que resulta significativo en aras de analizar el pensamiento crítico
y creativo en los estudiantes universitarios, ya que como bien lo indican
numerosas investigaciones los currículos actuales apuestan por la transmisión y
contenidos declarativos, coartando los espacios de reflexión, análisis, crítica,
construcción y reconstrucción de la realidad y del entorno, formando seres
pasivos, acríticos, irreflexivos, conformistas, sin cuestionamientos
existenciales y dados a circunscribirse a verdades absolutas.
Afortunadamente son múltiples las
situaciones en las que el estudiante, de repente toma conciencia de un aprendizaje
relevante, impactante, que proviene de un caso o relato más que de la explicación
teórica. Esos son momentos importantes a los cuales es preciso dedicarles atención
y tiempo. Así se desprende de este fragmento de un diario de clase.
“Sin desmerecer las
intervenciones de los grupos que nos han permitido jugar, reír y
aprender en un clima
distendido y ameno, para mí, el momento decisivo de la sesión
sobre creatividad en la
tercera edad, se ha producido al final de la clase cuando el
profesor ha leído un
escrito realizado por una persona mayor que no pudo disfrutar del
privilegio de estudiar
hasta después de jubilarse. A pesar de no haber ido a la escuela,
la narración contenía
más saberes y sentimientos que los proporcionados por los
libros. Nos ha hablado
de la vida, de la importancia de encontrar su sentido para
nosotros, vivir para
poder compartir, sentir, reír, hacer feliz a los demás. Porque se
mostraba como la mujer
más feliz del mundo por poder aprender y estudiar de mayor.
Esto me ha hecho
reflexionar y me he dado cuento de lo mucho que he aprendido de esa
persona. Realmente soy
afortunada por poder aprender y gozar al mismo tiempo en
estas clases de
creatividad. Por primera vez en la carrera me siento feliz de lo que estoy
aprendido. Hasta hoy no
me había percatado de lo que significa poder aprender”
(S.C.B).
Como bien lo
señala el artículo, la motivación por el aprendizaje ha de estar intrínseca en
el sujeto educable, pero el docente como una figura de mediación del
aprendizaje debe lograr estimular un pensamiento creativo, logrando despertar
una capacidad creadora en el individuo que lo lleve a una autonomía de
pensamiento, a la resolución inteligente de problemas, a tener iniciativa,
espíritu emprendedor, a ser innovador, por lo cual, Martínez Otero(sf) enuncia
las siguientes características de un sujeto creativo:
·
Independencia de juicio, autonomía.
·
Pensamiento no convencional.
·
Alto nivel intelectual.
·
Tolerancia a la ambigüedad.
·
Interés por aspectos teóricos y
estéticos.
·
Fluidez y flexibilidad intelectual.
·
Sensibilidad.
·
Motivación.
·
Apertura a nuevos problemas.
·
Tenacidad.
Citando a
Boden (1994) defiende que la creatividad es un prodigio y no un misterio y que
por tanto es una habilidad que todos los seres humanos poseen y pueden
desarrollar. En la misma línea de pensamiento se adscribe otro destacado autor
Casillas (1999), quien opina que “la creatividad es una herramienta a la que
todos tenemos acceso y que podrá ser mejor si la trabajamos diariamente.”
Para citar
algunas estrategias didácticas creativas que podrían implementarse a nivel de
Educación Superior, con estudiantes universitarios, se ofrecen algunas
alternativas que si bien no son recetas mágicas ni camisas de fuerzas pueden
solventar la necesidad de estimular el pensamiento crítico – creativo en los
estudiantes universitarios:
1.
El
diálogo analógico creativo: como una estrategia
personificadora de los conceptos estudiados.
2.
“El
día de la palabra”: como estrategia efeméride en la que se ponen
en común las experiencias, procesos, vivencias y emociones, a través de
escritos personales, generando un clima altamente creativo.
3.
El cuento
o relato: como estrategia creativa para estimular los sentidos
complementando con una guía didáctica, con ilustraciones y la escenificación
grupal.
4.
La escenificación
grupal: como estrategia unificadora de aprendizajes capacitando
para transmitir mensajes de forma colaborativa con sentido educativo.
5.
Fomentar
la indagación, el cuestionamiento, a la búsqueda de alternativas diversas por
medio de un pensamiento divergente.
6. Despertar la autonomía, la curiosidad,
la humildad y el coraje intelectual.
7.
Villegas Valero et al plantean como un
mecanismo importante para el desarrollo del pensamiento crítico la pregunta,
aunado a ello la problematización en las actividades planificadas que impliquen
los procesos de leer, escribir, conversar, dialogar, discernir, cuestionar, argumentar,
inferir, construir, discutir, investigar.
8.
Fedorov Andrei propone que para estimular el
pensamiento crítico y creativo de calidad se recomienda la participación de foros en entornos virtuales, ya que esto
fomenta el diálogo, la interacción, la
participación, la negociación y la construcción del conocimiento.
9.
Potenciar los procesos de indagación,
investigación, cooperación y construcción
en la búsqueda de la verdad.
Para
concluir, quiero terminar este análisis compartiéndoles tres interrogantes que
sería bueno reflexionarlas a luz del curso y de nuestra experiencia en esta Maestría:
1.
¿Considera que el actual sistema
educativo fomenta la creatividad y el espíritu emprendedor del estudiante?
2.
¿Cómo puede la universidad formar
personas con un elevado nivel de autonomía y pensamiento crítico?
3.
¿Debe la universidad desarrollar estos
valores o se debe limitar a la transmisión de los conocimientos?